LATÍN

 ¿Qué es el latín?

El latín es la Antigua lengua indoeuropea que se hablaba en la región del Lacio, se extendió por todo el imperio romano y constituyó el origen de las lenguas románicas; ha sido y es lengua utilizada por la iglesia católica y fue lengua de cultura hasta la Edad Moderna.

Latín
Lingua latina, latinō
RegiónOriginalmente en la península itálica, luego en la zona de influencia del Imperio romano y posteriormente en aquellos estados europeos con presencia de la Iglesia católica.
FamiliaIndoeuropeo
 Itálico
  Latino-falisco
   Latín
EscrituraAlfabeto latino
Estatus oficial
Oficial enFlag of the Vatican City.svg Ciudad del Vaticano​
Regulado porPontificia Academia de Latinidad

Historia

Períodos en la historia de la lengua latina


La historia del latín comienza en el siglo VIII a. C. y llega, por lo menos, hasta la Edad Media; se pueden distinguir los siguientes periodos:
  • Arcaico: desde que nace hasta que la sociedad romana entra en la órbita cultural de Grecia (helenización): VIII-II a. C. Autores destacados de este período son Apio Claudio el Ciego, Livio Andrónico, Nevio, Ennio, Plauto, Terencio.
  • Clásico: en una época de profunda crisis económica, política y cultural, la élite cultural crea, a partir de las variedades del latín coloquial, un latín estándar (para la administración y escuelas) y un latín literario. Es la Edad de Oro de las letras latinas, cuyos autores más destacados son Cicerón, Julio César, Tito Livio, Virgilio, Horacio, Catulo, Ovidio. Esto ocurrió aproximadamente en los siglos I a. C. y I d. C.
  • Postclásico: la lengua hablada se va alejando progresivamente de la lengua estándar, que la escuela trata de conservar, y de la lengua literaria. Esta distancia creciente hará que de las diversas maneras de hablar latín nazcan las lenguas románicas. Y la lengua escrita, que inevitablemente también se aleja, aunque menos, de la del periodo anterior, se transforma en el latín escolástico o curial.
  • Tardío: los Padres de la Iglesia empiezan a preocuparse por escribir un latín más puro y literario, abandonando el latín vulgar de los primeros cristianos. A este período pertenecen Tertuliano, Jerónimo de Estridón (San Jerónimo) y San Agustín.
  • Medieval: el latín como se conocía ya no es hablado; por ende, el latín literario se refugia en la Iglesia, en la Corte y en la escuela, y se convierte en el vehículo de comunicación universal de los intelectuales medievales. Mientras, el latín vulgar continuaba su evolución a ritmo acelerado. Ya que las lenguas romances fueron apareciendo poco a poco, unas antes que otras, y porque el latín seguía siendo utilizado como lingua franca y culta, no se puede dar una fecha en la que se dejara de utilizar como lengua materna.
  • Renacentista: en el Renacimiento la mirada de los humanistas se vuelve hacia la Antigüedad clásica, y el uso del latín cobró nueva fuerza. Petrarca, Erasmo de Róterdam, Luis Vives, Antonio de Nebrija y muchos otros escriben sus obras en latín, además de en su propia lengua.
  • Científico: la lengua latina sobrevive en escritores científicos hasta entrado el siglo XIX. Descartes, Newton, Spinoza, Leibniz, Kant y Gauss escribieron sus obras en latín.

Orígenes y expansión


Región del Lacio (Latium) en Italia, donde surgió el latín.
El latín aparece hacia el año 1000 a. C. en el centro de Italia, al sur del río Tíber, con los Apeninos y el mar Tirreno al oeste, en una región llamada Latium (Lacio), de donde proviene el nombre de la lengua y el de sus primeros habitantes, los latinos; sin embargo, los primeros testimonios escritos datan del siglo VI a. C., como la inscripción de Duenos y otras similares.
En los primeros siglos de Roma, desde la fundación al siglo IV a. C., el latín tenía una extensión territorial limitada: Roma y algunas partes de Italia, y una población escasa. Era una lengua de campesinos.
Así lo demuestran las etimologías de muchos términos del culto religioso, del derecho o de la vida militar. Destacamos los términos stippulare ('estipular'), derivado de stippa ('paja'), o emolumentum ('emolumento'), derivado de emolere ('moler el grano'), en el lenguaje del derecho.
En este sentido, los latinos, desde época clásica al menos, hablaban de un sermo rusticus ('habla del campo'), opuesto al sermo urbanus, tomando conciencia de esta variedad dialectal del latín. «En el campo latino se dice edus ('cabrito') lo que en la ciudad haedus con una a añadida como en muchas palabras».​
Después del periodo de dominación etrusca y la invasión de los galos (390 a. C.), la ciudad fue extendiendo su imperio por el resto de Italia. A finales del siglo IV a. C., Roma se había impuesto a sus vecinos itálicos. Los etruscos dejaron su impronta en la lengua y la cultura de Roma, pero los griegos presentes en la Magna Grecia influyeron más en el latín, dotándolo de un rico léxico.
El latín de la ciudad de Roma se impuso a otras variedades de otros lugares del Lacio, de las que apenas quedaron algunos retazos en el latín literario. Esto hizo del latín una lengua con muy pocas diferencias dialectales, al contrario de lo que pasó en griego. Podemos calificar, pues, al latín de lengua unitaria.
Después, la conquista de nuevas provincias, primero las Galias con César, hasta la de la Dacia (Rumania) por parte de Trajano, supuso la expansión del latín en un inmenso territorio y la incorporación de una ingente cantidad de nuevos hablantes.
Paralelamente a la expansión territorial de Roma, el latín se desarrolló como lengua literaria y como lingua franca a la vez que el griego, que había tenido estos papeles antes. Desde el siglo II a. C., con Plauto y Terencio, hasta el año 200 d. C. con Apuleyo tenemos una forma de latín que no tiene ninguna variación sustancial.​ o una gran expansión territorial.

Latín vulgar

Desde al menos el s I a.C. era patente en latín la existencia de una variedad de latín que se diferenciaba en diversos aspectos del latín recto de la literatura y las clases altas. La separación de ambas formas de latín se fue extendiendo durante la historia del latín.
CaracterísticasEl latín vulgar refleja la lengua hablada de una población con escasa o nula tradición literaria. Por otra parte, también tiene un matiz social: el latín vulgar es la lengua de las capas sociales más bajas, frente al clásico de las capas cultas y las clases dirigentes y adineradas. En este sentido debemos notar que esta lengua popular fue también el vehículo habitual para la extensión del cristianismo en los primeros siglos de nuestra era. Además con el término latín vulgar, también nos referimos a la oposición al latín urbano, añadiendo un aspecto dialectal o periférico al concepto.

Latín culto

El latín culto era la lengua cultivada por los literatos, conforme a todas las leyes estilísticas de la época y se escribía como tal. 















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